Ventana Sur 2022

Ventana Sur 2022
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Ya puso primera la edición 2022 de Ventana Sur, el prestigioso mercado audiovisual, uno de los más importantes de América Latina, y que tiene lugar en la ciudad de Buenos Aires. Comenzó el lunes 28 en las instalaciones de la Universidad Católica Argentina y finaliza el viernes 2 con la gala de premiación.

El evento es organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y el Marché du Film – Festival de Cannes. El mercado se presenta como una gran iniciativa, experiencia y transformación para el cine de estas latitudes y el vínculo con otras. ¿A qué nos referimos con experiencia? Estar en un mercado audiovisual tal vez representa un lugar común para profesionales del cine. Sin embargo, para aquel espectador que solo asiste a las películas estrenadas en la sala (o en plataformas) es un acontecimiento no tan conocido. Es uno de los lugares donde se cocina el producto que luego disfrutará.

En esta calurosa ocasión (28/11 a las 15 hs) para ingresar a las instalaciones del edificio San José, en el barrio de Puerto Madero, epicentro de las actividades, había que acreditarse, previa inscripción online. Esa fase se completaría con la entrega de la famosa cinta y fotitos colgadas al cuello, no sin antes hacer una cola larga, pero a la sombra, afortunadamente.

Pero esa fila era como un entreacto. Se escuchaban muchas voces. Algunos quejándose del calor de fin de noviembre, otros de la organización; un clásico el tipo de quejas. No obstante, hay temas en común. Dos o tres hablaban y teorizaban sobre las prácticas del cine. Un hombre le decía a otro hombre: ¿Qué necesita un actor para un casting? ¿Qué porcentaje de ganancias tiene un director de casting? ¿Cuántos créditos corresponden por llevar actores? El mismo señor de las preguntas llamó a alguien para ver si se podía saltar la cola, ya que estaba con un actor. Este cronista fue testigo de que el llamado, evidentemente fue negativo porque entre a medida que avanzaban los demás. O también frases comunes como “ya no hay buenos guiones”. Eso lo dijo el actor de cara desconocida. Luego alguien lo llamó por teléfono y empezó debatir sobre la serie alemana Dark.

A medida que avanzaba la cola se oían voces de otras latitudes. Los productores de Brasil, los chinos hablando en inglés y los porteños, tan intelectuales “adueñados” por ser locales. Finalmente, llegó el momento de entrar. Se obtuvo la acreditación y se agarraron los folletos y el cronograma típico de cada festival o mercado; bilingüe, por supuesto. El cronograma principal lleva el título de Conferences & Activities, y luego, en su interior, nos encontramos con lo siguiente: “las transformaciones no cesan en el mundo de la creación y la producción audiovisual. Los cambios no solo se han instalado, sino que siguen abriendo nuevos rumbos y diversificando oportunidades cada vez. Por eso debemos poner atención a esta evolución permanente y acompañarla desde el debate y la reflexión colectiva poniendo en el centro al ecosistema audiovisual en su totalidad”. Este es el punto de vista.

Concluida la acreditación, guía en mano, el próximo destino es atravesar los molinetes de seguridad y disfrutar de Ventana Sur. ¿Por dónde empezar? A veces incide el tiempo, otras el gusto o interés del tema. Por cuestiones prácticas se decidió por la última opción. El contenido elegido fue Producción Audiovisual y Ambiente. La cuestión sobre la que allí se habló es interesante porque propone, en la actualidad y sobre todo con vistas a futuro, formas de trabajo, de ahorro de energías, usos de transporte, formas de iluminar, es decir, sobre el cálculo de la huella de carbono. El público de esa conferencia fue escaso. De hecho, uno de los expositores manifestó que las personas presentes en la sala superaron sus expectativas. Si éramos 15 en su totalidad, junto a los disertantes, era mucho. Vale la pena pensar todo aquello que se puede mejorar en el set de filmación para cuidar un poco más el planeta.

Terminada la conferencia, cambiamos la escena. ¿Qué nos proponía el cronograma a esa hora? Pintado de colorado figura una de las tradicionales secciones de Ventana Sur: Blood Window. Al costado, y en la misma página, una breve descripción al respecto de la actividad: “Sesiones de Pitching de proyectos Fant. Latina. Presentación de cinco proyectos de cine de género fantástico y de terror dirigidos por realizadoras argentinas”. La sala estaba llena y muchas personas se tuvieron que sentar en el piso. Surgió, en ese momento, en silencio, una pregunta: ¿Qué hace que un tema convoque más que otros?

Al momento de ingresar al Aula Magna, terminaba de exponer una mujer de origen español. En la pantalla estaban las referencias estéticas de su proyecto. Fin. Aplausos. Se retira e inmediatamente son llamadas a pasar al frente las próximas disertantes. Ni más ni menos que Tamae Garateguy y Camila Toker, ambas argentinas. Ellas son directoras del film de culto ¡Upa! (una película argentina) junto a Santiago Giralt (no visto en la sala). Los dos presentaron con gracia, interés y ganas de hacer cine su idea, acompañadas por un productor y una productora. Y por lo que se entendió, porque no siempre los picht se entienden bien, la historia tiene que ver con una muñeca inflable en la triple frontera. Presentaron un moodboard muy creativo. Fue breve, cómico y atrapante. Después vendrían otras realizadoras. El tiempo corre en cuestiones de pitch.

Caminar por Ventana Sur es respirar cine. Y no únicamente por pasear por la Avenida de los Negocios, donde hay mesas redondas con personas que, seguramente, hablan de números. Hay stands de diferentes espacios, como Cine.ar, de Brasil, de Colombia.

En la segunda jornada, más cercana al mediodía, fue el turno de la conferencia de “Los nuevos creadores audiovisuales”. Los creadores 3.0 están redefiniendo la industria audiovisual ¿Se puede acortar la distancia que existe entre ambos? ¿Pueden vivir de su pasión? Cómo se construye la industria audiovisual del futuro a través de eventos como el Hack Mafiz Málaga. Aquí también la sala estaba llena, con personas que iban y venían, claro. Parecía que el tema no les gustaba o no les interesaba; se levantaban y se iban, como era gratis. En este lugar, el Auditorio 1, se escuchó sobre la experiencia de un grupo de jóvenes que participó del evento español (Hack Mafiz Málaga). Por ejemplo, la anécdota sobre cómo hacer un Pitch sobre un tomate; curioso. Se habló de comunidad, de adaptación, de transmedia, de formatos. Es la mirada del presente. Porque Ventana Sur es eso: el presente del cine.

Antes de partir, una asistencia más: Laboratorios en Latinoamérica: Desafíos en un entorno cambiante. Aquí fueron cinco directores de laboratorio los que hablaron. ¿A qué nos referimos con Laboratorios? En la descripción del cronograma se señala lo siguiente: “En ningún lugar tanto como en Latinoamérica, los laboratorios son la primera estación en el largo viaje de hacer una película. La contribución clave de esos espacios en el desarrollo y fortalecimiento de los proyectos y sobre los desafíos que enfrentan en el cambiante entorno actual”. Los integrantes del panel representaron a Argentina, Chile, Bolivia y Brasil. Pero eso es una metáfora, porque en sus palabras representan a cualquier persona que quiera hacer cine y las dificultades que a veces hay que enfrentar, el trabajo en conjunto que se puede lograr y la experiencia. O las metas de, por ejemplo, posicionar a Blood Window como el mercado más importante de cine de género fantástico y terror de América Latina. O preguntas como “¿cuántas veces un proyecto debe pasar por un laboratorio? Sala llena. Público interesado.

Ventana Sur es un evento que reúne a personas con ganas de hacer cine. Es un mercado y por ende, un negocio. Y sin negocio, no hay películas. Mucho queda fuera de estas líneas (todo sería demasiado). Ventana Sur es ver por dónde va la cosa…

Más información en www.ventana-sur.com

 

Por Luis Laffargue

 

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