Emily en París

Emily en París
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Una nueva entrega de Emily en París se estrenó el 21 de diciembre en la plataforma Netflix, convirtiéndose en una de las series más vistas en los últimos días. En su tercera temporada, la trama se vuelve más divertida, colorida y extravagante en sus vestuarios.

Finalmente, Emily Cooper (Lily Collins) se quedó otro tiempo más en París. Ella quiere seguir un sueño, y ese sueño está en la Ciudad Luz. Con los mismos personajes de las ediciones anteriores, ahora la protagonista entra en la disyuntiva de trabajar con su mentora Madeleine (Kate Walsh), o seguir a su nueva mentora en la capital francesa, Sylvie (Philippine Leroy-Beualiue), quien abandona Savoir para tener su propia empresa: Sylvie Grateau. De hecho, esa situación es el primer planteo que se realiza en la primera escena mediante un sueño que tiene Emily. Luego aparecen los amores, los amigos, las situaciones de trabajo. Y, cómo no estar, los otros personajes: el outfit, las calles de París y el buen vivir.

La línea narrativa sitúa a una Emily que deberá tomar decisiones importantes. Muchas de ellas vinculadas a su trabajo y otras a cuestiones del amor. No faltan los viajes, las marcas publicitarias (la serie funciona muy bien para explicar ciertos usos de la publicidad) y la belleza de la ciudad del amor. Es una temporada algo menos sexual a las anteriores, aunque más entretenida, con personajes como Madeline, la jefa (o ex jefa) de Emily, impecable en su rol. No faltan sus compañeros de trabajo Julien y Luc, tan sexual uno, tan estético el otro. Y su amiga desde un principio, la carismática Mindy (Ashley Park).

Sin grandes novedades, pero en línea con un estilo propio, incluso hasta podría llamarse Style Emily in París, la serie se muestra atractiva, con los chistes irónicos sobre cómo son los franceses, el glamour y lo gourmet. Tal vez la más divertida de las tres, pero no por eso se repiten algunos lugares comunes. Ese es uno de los puntos débiles, la repetición de estereotipos. Todo parecería indicar que habría una cuarta temporada. El cliffhanger de Emily nunca falla. Antes de llegar ahí, disfrute el lujo de los 10 episodios.

 

Por Luis Laffargue

 

 

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