El menú

El menú
Searchlight Pictures/ 20th Century Studios LA

En la primera escena lo primero a descubrir es a una pareja de jóvenes. Hay un diálogo donde se escucha la palabra “paladar”, clave para entender el contexto de la historia, del universo donde nos vamos a ir metiendo. El menú (2022) tiene varias capas, como la cebolla. Esta metáfora permite hacer diversas lecturas sobre la obra. En principio, se podría decir que se entra en un mundo culinario, como primera capa. Peculiar, estético, como segunda. Un poquito siniestro en la medida que el tiempo avanza, como tercera capa. La cuarta, quinta, sexta o demás se las dejamos a usted para que lo decida. Efecto contrario de la cebolla, no se prometen lágrimas en esta historia.

Protagonizada por Ralph Fiennes y Anya Taylor-Joy, en esa primera escena se ubican la mayoría de los personajes secundarios. Una pareja comenta sobre ciertas personas que suben a un barco. Y allí encuentran a un actor famoso junto a su pareja, una crítica culinaria, un matrimonio mayor y tres hombres que a simple vista no dicen mucho. Entran y se acomodan. Se sirve un primer menú, tan gourmet y sofisticado que duele. El trayecto continúa.

El barco llega a una isla con un paisaje desolador. Sus costas parecen un cementerio de árboles muertos. No tardará en aparecer el restaurante junto a su chef, el siempre impecable Ralph Finnes. Y después, lentamente, viene la degustación de la comida, como sucede en cualquier restaurante. Sin embargo, esta producción de Adam McKay y Betsy Koch no es cualquier espacio gastronómico.

El menú cumple muy bien con los rubros técnicos. Todo está muy prolijo. Pero detrás de esa limpieza, perfección y orden hay más capas a descubrir; o simplemente historias. O esos temas universales de los cuales hablan las películas y esta no es ajena: la mentira, la soledad, el amor, la avaricia, la frustración y tantas más.

Las actuaciones están en su justa medida. Algo complejo resulta encasillar a esta obra bajo un género cinematográfico específico. Es correcto pensar en un thriller, en la comedia, en la parodia, en el policial y en el suspenso. Su género es como otra forma de degustación.

Hay situaciones donde todo hace pensar que es predecible, pero el guion tiene puntos de giro acertados. Esos mismos cambios hacen pensar en un posible final. Entonces, otra vez la sorpresa. Como decía la madre de Forrest Gump “la vida es como una caja de bombones, no sabés cuál te va a tocar”; o algo por el estilo. Cada menú es un placer visual. Algo de razón tendrá esa frase dicha tantas veces: la comida entra por los ojos.

La película está muy bien dirigida por Mark Mylod y cuenta con un reparto que incluye a Nicholas Hoult, Hong Chau, Janet McTeer, Judith Light, Reed Birney, Paul Adelstein, Aimee Carrero, Arturo Castro, Mark St. Cyr, Rob Yang y John Leguizamo. Entretiene, divierte, genera suspenso y hace reír. Mantendrá al espectador a la espera de una resolución. La frutilla del postre es una interesante metáfora. Será su paladar el que decida si le gustó o no le gustó. Vea y pruebe.

 

Por Luis Laffargue

 

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